La Metacognición se inicia con J. H. Flavell, un especialista en psicología cognitiva, y que la define diciendo: "La metacognición hace referencia al conocimiento de los propios procesos cognitivos, de los resultados de estos procesos y de cualquier aspecto que se relacione con ellos”.
La Metacognición, también conocida como teoría de la mente, hace referencia a la capacidad de los seres humanos de atribuir pensamientos e intenciones a otras personas o entidades. También supone la capacidad de prever el comportamiento propio y ajeno gracias a la percepción de sensaciones, emociones y creencias.
En los seres humanos, la Metacognición comienza a activarse entre los tres y los cuatro años de edad. Se habla de activación ya que se trata de una capacidad congénita que se pone en funcionamiento a través de una estimulación eficaz. Después de la infancia, el sujeto hace un uso constante de la metacognición, incluso sin tener conciencia de la misma.
Nosotros definiríamos la Metacognición como "la capacidad que tenemos las personas de autoregular nuestro propio aprendizaje, es decir de planificar qué estrategias se han de utilizar en cada situación, aplicarlas, controlar el proceso, evaluarlo para detectar posibles fallos, y como consecuencia transferir todo ello a una nueva acción o situación de aprendizaje".
Antes de terminar, me gustaría hacer referencia al libro “Estrategias metodológicas. Aprender a aprender y aprender a pensar”, de Mayor, J., Suengas, A. Y González, J. (1993).
Esta obra nos ha sido recomendada por nuestro profesor, en ella el lector conocerá las estrategias de aprendizaje y cognitivas más eficaces orientadas al autoaprendizaje y al desarrollo de las habilidades metacognitivas que se aplican para instruir o entrenar a los sujetos a “aprender a aprender” y “aprender a pensar”.
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